En su artículo “El último Joyce”, publicado el 14 de noviembre del año pasado en el suplemento Babelia del periódico El País, Enrique Vila-Matas retoma una versión preliminar de mi traducción del primer párrafo de FW, que aparece en Wikipedia, para tejer una disertación sobre el insomnio del escritor. Cito la referencia:
"Correrrío, pasada Eve and Adam, desde el viraje de la ribera hasta el recodo de la bahía, nos trae por un vicio comodicio de recirculación de vuelta al Howth Castle y Enrededores".
En cursiva quedan las palabras que no existieron nunca hasta que no abrí este libro por primera vez y leí su primer párrafo. Desde entonces han pasado tantos años que incluso tiempo hubo para un gran correrrío muy comodicio por los Enrededores. De hecho, he acomodado comodiciamente mi mente, estos dos últimos años, por los alrededores del Liffey. Y es que la ciudad de Dublín, que nunca pensé que podría siquiera algún día llegar a ver, he terminado por visitarla cuatro veces en el último año. Han sido cuatro correrríos siempre cerca del río Liffey, cuatro riocorridos, como los llama el mexicano Salvador Elizondo en su traducción joyceana.
El riocorrido o correrrío -el riverrun para la mayoría de lectores de Joyce y una clara referencia al curso del río Liffey a través de Dublín- es antesala de la referencia a Giambattista Vico (vicio comodicio), quien concibió la evolución histórica como un viaje circular, exactamente lo que es el Finnegans, cuyo inicio -ahí está vicio (por Vico) operando como señal o advertencia- se halla enlazado con el final de la novela.
Mi lectura oracular de este fragmento dice sencillamente que me espera para esta noche -que es metáfora de toda mi vida- un riverrun de insomnio, un trayecto que irá desde el viraje de la ribera hasta el recodo de la bahía, en travesía semejante a la de aquel viaje iniciático que hice en mi primera visita a Dublín, cuando fui de Pearse Station hasta el pueblo de Howth donde, desde lo alto de su castillo, vi el territorio en ruinas por el que se extendían los Enrededores de este libro excéntrico y diferente, que habría podido acabar con la literatura. Después de todo, tras el terremoto que desató en el lenguaje, los más lúcidos sucesores de Joyce nos parecen hoy sobrevivientes caminando entre los cascotes, bajo un cielo insondable sin estrellas, deteniéndose ante las pocas hogueras -y aún gracias- que arden.
Pongo a su disposición mi web por si se le ocurre que puede ahí publicar algo: www.enriquevilamatas.com
Reciba un abrazo fuerte
Enrique Vila-Matas
Enrique Vila-Matas ha vuelto repetidas veces a Dublín, y después de haber hurgado en el corazón de la ciudad ha comprendido el sentido de retrasar la entrada en la urbe. Como refleja a la perfección la primera página de Finnegans Wake, parte de la grandeza y el misterio asociados con el lugar está en los enrededores (conforme al neologismo joyciano)
La versión final del primer párrafo de FW quedó así:
correrrío, pasados Eva y Adán, desde viraje de ribera hasta recodo de bahía, nos trae por un comodio vicio cívico de recirculación devuelt’a Howth Castel y Enrededores.
Sí, lo he seguido con el mayor interés y admiración. Pienso que hay que explorar las nuevas editoriales. En las condiciones actuales es indispensable buscar un subsidio o varios. Ojalá no fuera sólo para la publicación sino para que usted pudiera continuar su labor que muchos le agradeceremos de verdad. Reciba un abrazo de su amigo,
José Emilio Pacheco (poeta, traductor y narrador)
Premio Cervantes de Literatura 2009
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Muchas gracias por la confianza que depositas en mí. El trabajo me parece muy interesante. Cuando trabajaba en Biblioteca de México publicamos el episodio de Anna Livia Plurabelle en versión de Silva Santiesteban. Te lo cuento porque es un tema que me apasiona. Un abrazo,
Juan Villoro (narrador y ensayista)
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Me alegro que usted se haya embarcado en viaje tan apasionante como peligroso. Estoy impresionado con su laborioso trabajo de traducción. Un saludo cordial,
Ricardo Silva-Santisteban (escritor y traductor de Joyce)
Miembro de la Academia de la Lengua del Perú
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Debo confesarle mi asombro por lo que se ha propuesto usted hacer. Pensé que mi obsesión por traducir, con rimas e idéntica métrica, el "Zone" de Apollinaire era lo más absurdo que alguien se había propuesto, pero veo que no es así. Un saludo cordial,
Guillermo Sheridan (columnista de Letras Libres y traductor)
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Realmente te has abocado a una tarea muy ardua y seguramente muy interesante. Leí con atención tu traducción. En realidad yo siempre lo creí intraducible, (Salvador) Elizondo me contó que hizo de lado la traducción por imposible. Espero que sigas con entusiasmo manos a la obra, yo te mando un cariñoso abrazo,
Aline Pettersson (poeta y narradora)
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Tu trabajo me parece deslumbrante y apantallante a más no poder. Te felicito por el encono y la pasión que has puesto en ello. Te mando un fuerte abrazo y festejo que nos hayamos reencontrado. Cordialmente,
Gustavo Sainz (narrador y catedrático en EU)