jueves, 16 de junio de 2016

Issy se confiesa

En el capítulo 2 del Libro II de “Finnegans Wake” (considerado por sus exégetas ¡el más complejo! de toda la novela), se reproduce una estructura de “anotaciones de estudio” en donde los tres vástagos de HCE y ALP (el montículo de Howth y el río Liffey): los gemelos Shem y Shaun, aunados a su hermana menor Issy (una ninfeta), realizan comentarios al texto que entremezcla en su cuaderno escolar las materias de la educación clásica con la narración de un guía que nos lleva a los lectores / paseantes (expresamente aludidos) en un recorrido por Dublín para localizar a Humphrey Chimpden Earwicker y Anna Livia Plurabelle: los protagonistas.
 

Al llegar a la página 279, la nota (única) corresponde al extenso testimonio de la núbil Isabella (o Isobel), que exhibe una actitud lúbrica inusitada para la corta edad que representa el personaje; donde se asoman asimismo referencias al incesto, la seducción al padre, cierta intención suicida que se posterga, una diatriba contra el autor de estas páginas (JJ) y su gran burla contra la gazmoñería del compromiso y el matrimonio, en una confusa fusión (o fisión) de confesiones y alegatos procaces a favor de la liviandad y el desenfado en las relaciones carnales y sociales entre ambos sexos.


¡Ven, lisura de mi pizarra, para el compás de mi rociada! Con todas esas doradas juventudes de ovejas castradas dejándonos plantados con eso y los estremecimientos y enfermedades de lilas vulvares hay tres veces más plantas que cantos para cecilias & mirras por lo que estaba pensando justamente en matar tiempos homicidas de ponerle un fin a mí misma y mi mal & melodía, cuando recordé todos tus errores como pupilo de maestro en clase de perfección. No debes escribir no puedes si no quieres pasar por mentalmente subdesarrollado. Este es el modo harto & apropiado de decirlo, Sr. Si es mi elección masticada tragarme todo no dijiste que puedes comerte mis palabras por eso tan seguro como que hay una clabe en mi beso. Fue rápido caracara. Lo cual tuvo que ser hecho. Cuando conjugaremos juntos para perderla sobreponerse & extrañar mientras admiradores del mañana aman nuestra hora, palabra de vida y empuje para vivir, con amor ay he amado sobre mi espina dorsal y lo hace para siempre. ¿Eres tú severo mío? Entonces arrepiéntete. Mi destinado, Jr, a quien cuyo trono soy arrojada lejos, (aquí él es al instante, mi apilavida con pintalabios, un ícono agradable del novedoso disparate) cuando me deslice a través de mi pettigo & mis enaguas obtendré mi decreto & grado y tomaré lados & sedas cuando no estoy jodida primero por algún Rolando el Lasso laxo por un lapso, y luciré en los endebles filmitos para tentar & molestar a las junioritas de mi collage colegial quienes, aunque se ruborizan de fucsia, son ocho y veinte en octeto y virginidad a mi sombra pero siempre mis figurantes. Ellas pueden ser ciertamente de mi año pero ni una de mi día. Espera hasta que el manantial haya brotado en jerga de hispañol y los ladrones rueguen por abrir con palanca & los cerdos comiencen a volar que ellas van a ser mascotas de casa muy de primera para alcahuetear y consentir lo mío. Matrimonio inminente. La naturaleza le habla a todos de exso pero yo aprendí todas las reglas & runas del juego más animoso que ha bido por parte de mi vieja nana escandinava Asa. Una vieja puta de las más aventureras es ella y vikinga vicaria que bien los conoció a todos sabios de corazón y de pocas palabras por detrás y adelante. Cómo Olive d'Oyly & Winnie Carr, aceite de oliva y vinagre, faldonas, adularon la vestimenta & aderezo de una ensalada de salmón & salomón y cómo un vendedor ambulante de mirada furtiva y un viejo lobo de mar como salero & pimentero con un tarro de mostaza en medio conocieron & entremetieron a un poeta arranciado cada quien por su lado. Debe haber sido que los Locos de Mullan pordioseros más pesudos lo pusieron a escondidas. Bina de Bisse y Trestrine von Terrefin. Sonido de la saga del sagú, el rito da la vuelta & lo recto sale mal, matar el cacareo, poner al fuego la tetera y (deben recordar todos que yo lo olvido), echar cerrojo a la puerta por el rayo de thor. Oigan. Por Odín. No fue sólo para divinizar a ese perro dioso de un día en Estocolma de sueño como me senté a horcajadas sobre su altar de druidas al ingenioso Drewitt, tan fresca como un pepino & linda con el culo en cumbre, palmeando mis rectos muslos hasta las ruinas inclinadas, como postillona, en postal semental, un fustigo un alarde, contigo ofreciéndome nubes de incienso & trapos de mal olor ¡y ellos ponecuernos golpeados por solteros en los prados a sotavento! ¡No estés rojo de miedo, tú blanqueado manjar mencionado! Esta yegua isabella gris amarillenta en la que estoy montada conoce las callejuelas de la ruta & las reglas del camino de la rutina & el celo y no teme a ningún amante. ¡Así que canta alto, dulce despedido, como negro en el cielo! El buen padre agobiado con el parpaleteo en su ojo siempre tendrá bizcochos en su bolsillo para atragantarnos conellos & comprometernos por bien de nuestro michael & dios todopoderoso. Amen. Una pantomima. Un silencio. Silencio. Y silencio otra vez. Por dura la verdad del compromiso es más fuerte que la ficción fortuita y es suplicio el dinero para el sobrepelliz, oh mi joven amigo y ah mi dulce criatura, lo que compra la cama mientras el ingenio toma prestadas las ropas.

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